Lo que pasa con los fines de semana...

Cuando le digo a la gente que me emociono los fines de semana, no entienden por qué. Algunos amigos de mi país me recuerdan que trabajo para mí mismo (y vivo en España), por lo que a algunos les puede parecer que mi vida es sólo una gran fiesta. Es cierto que tenemos la suerte de vivir en un lugar donde el sol brilla 3.000 horas al año, pero la vida es la vida y en mi caso es bastante normal y también espero con impaciencia los fines de semana, como cualquier otra persona. ¡De verdad!

Trabajar desde casa no significa que vivamos una vida de “fin de semana” todos los días, todavía tengo que hacer las cosas normales de madre, esposa y trabajar para poner comida en la mesa. Pero SÍ significa que tengo la libertad de decir, que ESTE es MI fin de semana, un respiro de la locura de nuestra rutina diaria, e intento asegurarme de que sean un par de días dedicados a hacer las cosas que nos gustan.. Qué liberador saber que no tengo que ser el servicio de taxi de los niños durante dos días y que es más que aceptable quedarme en pijama después de las 10 de la mañana. ¡HOORAY!

Sinceramente, trabajar para uno mismo requiere mucha autodisciplina, sobre todo cuando vives en un lugar como Valencia. Fue duro cuando nos mudamos por primera vez a España, con el clima siendo la principal atracción, me llevó un tiempo condicionarme mentalmente de que no puedo sentarme fuera y tomar el sol todo el día (sí, de verdad). Especialmente duro es cuando los amigos llaman para decir que han terminado antes un viernes, intentando por todos los medios convencernos de que no pasa nada, así es como lo hacemos en España, ¡puedes terminar a las 2 de la tarde si quieres! No, lo siento, chicos, pero creo que esa excusa no va a gustar demasiado a nuestros clientes.

Pero vivir en España había hecho que nuestros fines de semana fueran mucho más emocionantes y baratos. Con buen tiempo para disfrutar casi todos los días (especialmente los fines de semana), hacer planes como un viaje a la costa o una barbacoa con los amigos es mucho más fácil porque no tenemos que preocuparnos de si va a llover o no.

Aquí se puede sacar a los niños a jugar fuera, y no me importa tanto que se pasen el tiempo viendo la tele o jugando al ordenador, porque la mayor parte del tiempo lo pasan fuera. Ya nunca tengo la oportunidad de decirles: “Hace buen tiempo fuera, ¿por qué no salís a jugar?”, porque suelen responder: “Pero mamá, ¡si siempre hace buen tiempo fuera!”. Supongo que tienen razón.

Pero, sí. Los fines de semana son especiales. La idea de descansar dos días del trabajo y de mis obligaciones habituales me llena de una alegría inimaginable. Me gustaría poder escribir una larga lista de todas las cosas que quiero hacer en una sola sesión de fin de semana, pero por supuesto eso sería imposible, así que la he reducido a unas pocas pero sencillas buenas.

Los fines de semana son los mejores para:

Dormir hasta tarde: la increíble sensación de no tener que programar el despertador para que me dé un infarto a las 6 de la mañana.
No tener que conducir los 40 minutos de ida y vuelta al colegio: ¡por fin tengo un respiro de ser mamá taxi!
Pasar tiempo con los niños: hornear, jugar al fútbol, montar en bicicleta, noches de cine. Pasar tiempo con los niños sin tener que gastar un céntimo es probablemente lo mejor.
Tener tiempo para planificar o escribir las entradas de mi blog me da tiempo para anotar y reflexionar sobre las cosas que han ido sucediendo. Ideas que quiero compartir con mis lectores. También es un momento de relax para mí.
Días de pijama: ¡porque son los mejores!
Paella – Es una tradición valenciana, y por qué no. Mejor con amigos.
Leer un buen libro: ponerme al día con la lectura, algo que quiero hacer mucho más este año. Voy por la mitad de la lectura de Salems Lot (otra vez).
Largos paseos en coche por el campo: vivimos en el campo, así que no tenemos que ir demasiado lejos. Pero en cualquier lugar donde haya aceitunas, uvas y naranjas es un placer conducir un domingo por la mañana.